lunes, 13 de diciembre de 2010

Animus

Si tienes un perro, una máquina de hacer zumo de naranja y un enano de jardín, es bastante probable que el enano adquiera el denominado complejo de Wáter. Tal vez el chocolate te parezca alimenticio y casi seguro que el nombre de tu perro puede contarse por vocales, pero no hemos venido a hablar de eso: lo cierto es que hace bastante que no monto a caballo y demasiado que no monto un pollo, pero es que desde que supe lo de la famosa tía Tula, he dejado de ser irascible.
En relación a esto último, me juego los cordones de las botas de Messi a que estáis deseando oír una agradable noticia : ) Pues sí, efectivamente, no estabais equivocados: el cultivo de hijos de puta ha alcanzado sus cotas más altas en los últimos 30 o 40 mil años, por lo que pronto será habitual verlos comprando el periódico, regando las macetas o limpiándose el culo. Sí, sí, he dicho limpiándose el culo, pero es que los hijos de puta también cagan, y como sabréis, la bosta es nutritiva para las plantas y para los demás hijos de puta, razón por la cual, pronto estaremos rodeados de mierda, naciendo en cada recoveco del entramado un nuevo hijo de puta, y así, en medio de tanta algarabía, caerán los gozos en los pozos, las estrellas se olvidarán de salir y tú podrás volver a casa tarareando tu canción favorita. Eso sí, no te olvides de que sea celulosa extra-absorbente.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Cosas del césped

El orgasmo de la sintáxis y el me cago en vuestra puta madre.
Tedioso cierre de noches, previstas e imprevistas, pero siempre predecible.
Lo dicho, mentar lo mentable, y sabor a menta (higiene buco-dental).
Mejor soltarlo todo antes de ir a dormir, por tranquilidad del subconsciente. Hacer las paces con uno mismo, quizás con trucos y retórica escrita, sincerándose y desgajándose.
Así, digo que: ¿Cómo puedes pensar eso? Hoy por hoy es un juego absurdo que fácilmente podrías llegar a controlar, si no te dejas llevar por los delirios de grandeza y la megalomanía onírica, y las cosas del césped, pues si dejas que éstas últimas sean mínimamente alteradas en su papel, el daño será irreversible y no habrá marcha atrás