miércoles, 30 de junio de 2010

Irrecuperable Pérdida de Eficiencia

Quinto es nombre de Pater, aunque nada más lejos de la realidad. Quinto es el nombre de quien habita la sexta morada, se bebe las historias del séptimo de caballería y juega al ocho, siempre rojo, mientras se deleita con la novena sinfonía y deja bien claro que a él los diez mandamientos...que se los manden al quinto C-A-R-A-J-O, porque es un galleguito de los buenos, y no precisamente de los abanderados de la queja de bandoneón. Pero no fierren, por favor, que él quejarse, se queja, pero como todos los malditos hijos de la patria, que nacieron por nacer, sin más pasaporte que el buscarle un sentido a la vida, con la condición indispensable de que éste no se saliese demasiado del par de hilos conductores que encierran la luz de los vivos. Aunque este hijo del agravio grande, no salió por peteneras, y como poco quería saber de libros, y no porque no fuese inquieto, sino porque inquietarle, sobre todo, le inquietaban los Honorables Inquietos que escondieron la llave del Saber y que acabaron por dejar quietecitas las ganas de aprender de cientos de quintos (o de quinientos), poco le quedó en tierra que oliese a espasmos, sudores y cosquilleros, y tuvo al final que hacerse piscino, o pez, y de dedicarse a la pesca, de altura o de bajura, un sano ejercicio, bivitelino de eso que llaman la autocompasión. Un sedal, instrumental y como fuente (el agua es redundante) en apariencia, terso, que no se rompe ni a fuerza de anuro carroñero. Pero todo era merluza, o mera, apariencia, y al final, hasta el más tonto come percebes, y acabose por romper, bastando tan solo un montón de papeles marcados, hasta con el último vestigio de la imaginación y la curiosidad hecha fecha, para que finalmente, Quinto olvidase picar billete hasta la próxima parada y dejase ir sus anhelos...

martes, 22 de junio de 2010

De lo que crece en el campo

Que vais por la tierra haciendo de vuestra andadura un eco infinito, pero que no redunda
Que vais por la tierra y tronáis, si así es menester
Que vais por la tierra dejando huella inborrable y semillas para tiempos oscuros
Que vais por la tierra trayendo el equilibrio al presente con vuestro ahora del pasado
Que vais por la tierra, furibundos, iracundos y serenos a la vez
Que vais por la tierra, hijos del sudor y nietos del sacrificio
Que vais por la tierra, descuidados, distraidos ante devenires perdidos
Que vais por la tierra, por la nada, que hacéis de la nada la nada, sin miedo y con entereza
Que vais por la tierra, y abris la puerta a los que perdieron la llave, o nunca la buscaron
Que vais por la tierra, habiendoos mirado a tantos espejos como encontrasteis
Que vais por la tierra con merecidas medallas despues de creer, dejar de creer y re-crearos.
Que vais por la tierra, de principio a fin, sin miedo, pues tierra veis, tierra andáis y tierra sois
Que vais, pero realmente, vas
Que vas, y los que siguen, plácidamente cegados, tu estela, olvidaron que también, de a donde vas, vienes

Adiós, buen hombre.

jueves, 17 de junio de 2010

Así no

Y aunque no lo creas, en la última morada, donde la muerte y la vida comparten cama, la lucha armada se convierte en un deber, en un imperativo categórico,

lunes, 7 de junio de 2010

J.F. Nash

Si pienso que ciertos bucles curvan la rectitud de las brújulas y viran sin fin el norte, mañana será cosa de ayer.
Si digo que ciertos bucles destronan al sol frente a su séquito de girasoles y con su paso agitan las hojas, mañana serán palabras de otra boca.
Pero si escribo que ciertos bucles horadan los muros más gruesos, resquebrajan las torres más altas y siembran la inquietud en el caos, mañana...mañana no pasará nada, porque este es mi juego y estas son mis reglas.