domingo, 3 de julio de 2011

Lecciones de Ornitología

Querido Alejandro:

Tal y como me dijiste, respeté los dos nidos de golondrina que descansaban sobre mis puertas. Las consecuencias de tal decisión son previsibles para un naturista caza insectos como tú. No obstante, si has predicho que de los nidos empezó a brotar petróleo, lo exploté, me hice rico y ahora vivo en Dubai, estás equivocado. Si por otro lado, también has predicho que, efectivamente, lo exploté, y explotó tanto que ahora estoy muerto, también estás equivocado. Si en lugar de tanta mierda bollywoodiana, lo que predijiste fue que las golondrinas pondrían huevos para, así, aumentar su mermada población, entonces deberías dedicarte a protagonizar un programa en la televisión local y que la gente te llamase para preguntar por su futuro, porque acertaste de pleno.
En dos nidos distintos, a los que llamaré Tango y Bachata respectivamente, dos familias pusieron 3 y 4 huevos. Los huevos tangueros, puestos antes que los bachateros, eclosionaron hará un mes y medio, dando lugar a dos pollitos y una pollita (ignoro si era así, pero quiero que cataloguen mi texto como de 2 rombos). Los tres pollitos gardelinos, hambrientos y calvos, no llegaron a alimentar mi instinto paternal, pues perecieron una semana después durante un fin de semana en el que yo me encontraba fuera de casa. Sus imberbes cadáveres fueron esturreados por el suelo por un felino, cosa que dudo, o por su puta madre, o padre. Fue horrible. Ahora, su puto padre, o madre, aguardan noche tras noche sobre el nido, esperando a que sus pollitos se vuelvan visibles (creo que piensan que está tan oscuro que no los ven).
En Nido Bachata las cosas han sido muy distintas. La eclosión se produjo hace unas 2 o 3 semanas, recibiendo luz 4 criaturas mancas (no tenían brazos, solo alas) y todo iba sobre ruedas hasta que a los peludos, que no emplumados, animalitos, les dio por jugar a los paracaidistas y saltar del nido. Realmente creo que no saltaban, sino que el hermano cabrón los tiraba. Yo en mi afán por ayudarles, quizás no debía, los subía al nido cada vez que se caían. Los mantenía a salvo durante el día y papá Golon y mamá Drina los protegían por la noche. Todo iba bien hasta que el pollito cabrón se percató de que tengo dos perros, y que si conseguía tirar a sus hermanos cuando los perros campaban bajo el nido...quizás ya no tendría que compartir la comida que mamá les traía del Mercadona (Hay comida para celíacos, así que no veo razón para que no la haya para golondrinas). Pues sí, dio resultado, porque cuando llegué a verlos después de clase (los páharos desarrollaron mi instinto paternal), no sabía si me harían falta uno, dos o diez nidos para guardar los trocitos de pollo. La población en Bachata se había reducido a la mitad, pero los dos que quedaban serían grandes y fuertes y Bécquer, o quien sea, les escribiría poemas. Eso hasta que, decido irme a la playa y llevarme a los perros. ¿Sin riesgo canino, ni gatos en el vecindario, qué peligro iba a haber? Además, aunque Bachata está construido bajo un plástico y detrás de un aire acondicionado, lo que la convierte en algo así como la casa del portero del monte del destino, más calor que la ostia, los paharitos (ya con plumas) deben hibernar en Zimbabwe porque lo aguantan... Pues no, esta vez no han sido ni los perros, ni el calor, ni Silvestre buscando a Piolín. Esta vez, el hermano cabrón, ha vuelto a mandar a su compadre a dar un paseo por los barrios bajos, los progenitores han decidido que ellos no bajan comida a sitios tan vulgares y a mi bachatero favorito (si solo quedan dos, y uno es un cabrón, no puede ser mi favorito) le han dado por culo y se lo han comido las hormigas, después de morir de inanición...Estado del nido: Al cabrón le ha dando cargo de conciencia y se ha tirado por el balcón, pero yo, como para ellos soy lo más parecido a Dios, le he perdonado la vida y lo he subido al nido...

Conclusión: Si para que sobreviva una golondrina tiene que morir 6 y lo que más problemas ha dado es que los nidos estén tan altos, los gobernantes de esa especie deberían pararse a pensar en qué están haciendo mal. Así nunca van a dominar el mundo.

Espero tu respuesta,

Firmado: El cabrón que nos coge y nos sube al nido

1 comentario:

  1. Lamento mi tardía respuesta, pero he estado ocupado plantando pinsapos en el coño de una burra y se me han pasado los días nadando.

    He de mostrarte mis respetos por tu infinita paciencia con el género aviar, avícola, o como demonios sea. La verdad es que entender a los moradores del cielo nunca ha sido fácil para mí. Puede que estemos contaminando la tierra hasta tal punto, que cuando los alegres padres la mastican con saliva para hacer los nidos, acaban dando a luz pajarillos adictos a la cocaína y las Gárgolas.

    Me he pasado la época de exámenes viendo a los gorriones ir y venir con alimento para los hijoputas de los gorrioncillos/as/cucos, y diría que son un coñazo si no fuese por mis dos putas vecinas que cantan a voces gilipolleces para sus vástagos. También he pasado por penurias similares a las tuyas, compaginando mis estudios con los de ser papá gorrión.

    Mi problema llega un poco más lejos que el tuyo. Los gorriones de mi calle no tienen bastante con intentar abrirse la cabeza contra el suelo, sino que además tienen que hacerlo delante de mi gato. Y mi gato no tiene otra cosa que hacer que agasajarme con toda la carroña que va encontrando por ahí. No han sido pocas las veces que intentando concentrarme he empezado a escuchar chillidos escalofriantes en mi casa, y he encontrado al felino lanzando gorriones por los aires. Como sabes que yo soy tan buena persona no puedo quedarme viendo cómo desarma animales vivos, así que no me queda más remedio que quitárselos. Y así los he ido coleccionando por etapas, y ellos han ido muriendo poco a poco. Lo peor fue el día que mi fiel compañero trajo 3 crías. Creo que dio con un nido y pensó que una mudanza a mi cocina estaría de puta madre. Así me encontré madrugando para intentar que 3 pequeñas alimañas abriesen el puto pico para comer. No fue fácil, y al final sólo una vivió para salir volando de vuelta a Fangorn.

    En fin, espero que nos veamos pronto en algún lugar donde las aves no se suiciden, ahora que todo ha pasado. Saludos de parte de mi gato, que le está masticando la cabeza a algo en el pasillo.

    ResponderEliminar