martes, 1 de febrero de 2011

Des.Hache

Hoy hay locura.
Hoy el coche llegó caminando del revés, llevándose lo traído y trayendo un trayecto.
Se cerraron libros, y librerías, y puertas y ventanas, y enfrentose al frío. Lo vi todo lleno de palmeras, y palmeras llenas de cigüeñas gaznápidas con metacrilato musical en su organismo.
Entonces, desafiando los usos sociales, ose, utilizar la cuchara sin precaución, sobre la lata que no acostumbro a abrir más que ayer:
"En este sínodo, solo hay espacio para harapos con historial deportivo, lúdico y lacrimoso así que, con hambre, acechan los calendarios transtemporales el sueño de domingueros atenuantes...", le respondió la lata.
"Oh, pero qué dulce", manifiesta en el inciso, cromado y mezcla de barniz y conglomerado, el intrépido saqueador de armarios.
Así, sucedió todo, en un, repito, abrir y cerrar de libros, librerías, puertas y ventanas, y enfrentamientos en combate singular con el frío. Pero...hace tanto, que me olvidé.

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